Rumores
No es extraño que una desgracia emerja de un caldo de cultivo previo. Así fue en el caso del crimen
cometido contra Jesús .En estos días le vemos en nuestros pueblos y ciudades ,envuelto de fuertes
contraste ,vestido de terciopelo y oro demacrado, sufriente ,humillado y vitoreado sobre las andas.
Como no, ninguno de nosotros se identifica con Judas ,con Caifás ,con Herodes ,o con Pilatos.
Vemos en semejantes seres figuras crueles ,los actores principales de la muerte del justo entre los
justos .Y los hacemos acreedores de nuestra repulsa e indignación mas profundas. Pero llovía sobre
mojado. La sucesión de los hechos acaecidos en Jerusalén  estaba precedida por episodios polémicos
no necesariamente protagonizados por solo unos pocos.Solemos aceptar como evidente la identificación
del Nazareno con las víctimas y su sufrimiento y condena a sus causantes. Nos cuesta más ,sin embargo
asumir que Jesús está estigmatizado socialmente y que identifica    con quienes también lo están
por cualquier causa. Más aún ,que la Pasión no sólo se actualiza en los casos más patentes y visibles
del sufrimiento humano, sino también en sus estadios anteriores y en sus formas más veladas . Concretando´
que la Pasión puede reeditarse en la calle, en peluquerías ,bares, escaleras de vecinos ,oficinas, tajos,
hospitales ,colegios, universidades...,cadáver que se difama ,se juzga o se utiliza la vida de una persona,
que no suele estar presente para defenderse ,con fines de dudosa nobleza. Siempre que se forjan
"amistades" desacreditando a otros ,adultos o tiernos infantes, quizás sin darnos cuenta, volvemos
a poner en marcha uno de los mecanismos del injusto proceso a Jesús. Y es que allí donde hay seres
humanos hay entre otras cosas ,perseguidores y crueles jueces en potencia.Poco importan los
escenarios ,el lenguaje o las apariencias de los amigos del parloteo despiadado sofisticados o
refinados que puedan ser o se traten de un ámbito religioso. Es más convertimos en sagradas estas
situaciones en un sentido primitivo y negativo en tanto que incurrimos en un sacrificio de la
dignidad y la credibilidad de alguien ,en aras de la identificación y la cohesión de un grupo que
tiene en el chismorreo su ritual. Todos hablamos los unos de los otros pero ¿Como y para que?
Nadie quiere que hablen mal de uno mismo, sobre todo sin razón pero .Somos magnánimos
y justos con ese deseo de los otros ,que es también el nuestro? Si pagamos el precio de quedarnos
sin monedas ,que nos garanticen hacer buenas migas con los demás a costa de otros .¿Seremos capaces
de edificar nuestras relaciones sobre elementos más constructivos.¿Podemos vivir sin chivos expiatorios?
Todos estamos expuestos a la tentación de no intentarlo, al mismo tiempo que estamos invitados a
humanizar nuestras relaciones y deshacernos de calumnias y murmuraciones que lo llevan a
ninguna (Buena ) parte para Jesús ,que conocía bien la naturaleza humana, sabía lo que se le venía
encima ,sabia del riesgo de subir a Jerusalén sabia de nuestras formas de ejercer la violencia
marginados y estigmatizados unos a otros.Y se enfrentó a ellos desvelándolas .En su recuerdo
podríamos quitar de nuestras mesas al menos por un día ,el dulzor envenenado de uno de nuestros
postres favoritos el seguimiento y el juicio frívolo de las vidas ajenas .Ser críticos ante las acusaciones
y vilipendios de la gente .(Que somos todos) y pensarlos dos veces antes de proferirlos nosotros.
Porque puede que a través de ellos la Pasión se sigue propagando que estemos encarnando el rol de aquellos fariseos que     rechazamos tanto,difundiendo los rumores acusadores .